Arquidiócesis de Yucatán
DIMENSIÓN DE ANIMACIÓN MISIONERA
Calle 57 # 585 X 74 – A Centro.
Tel 9 23 73 67 y 9 86 00 79
Espacios web: g+( Google)
OMPE YUCATAN
https://ompeyucatan.wordpress.com/
“La Misericordia y
Salvación es para todos” Diciembre 2015
RELEXION PARA GRUPOS
APOSTOLICOS Y/O CP
A través de los EPAPs y/o
EPAMs
Reflexión “Ser como Juan
Diego discípulo y misionero en nuestra
comunidad”
Núcleo
problemático No. 2 y 5
Carteles o mural para ambientar el
lugar de reunión:
Se pueden
tomar las citas bíblicas del tema para como mensajes de los carteles.
Imagen de San
Juan Diego
Bienvenida: Animador: Bienvenidos hermanos vamos a
reflexionar (esta tarde/noche) acerca del tema de este mes en el que Inicia el JUBILEO DE LA MISERICORDIA, el Año Santo convocado por el Papa
Francisco que abarca del 8 de diciembre de 2015, Solemnidad de la Inmaculada
Concepción; y culminará el 20 de noviembre de 2016, Solemnidad de Cristo Rey del Universo.
Oración: Oración del Papa Francisco
para el Jubileo de la Misericordia:
Señor
Jesucristo,
Tú nos has
enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,
y nos has
dicho que quien te ve, lo ve también a Él.
Muéstranos tu
rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada
llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero;
a la adúltera
y a la Magdalena de buscar la felicidad solamente en una creatura;
hizo llorar a
Pedro luego de la traición,
y aseguró el
Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada
uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana:
¡Si conocieras
el don de Dios!
Tú eres el
rostro visible del Padre invisible,
del Dios que
manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia:
haz que, en el
mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y
glorioso.
Tú has querido
que también tus ministros fueran revestidos de debilidad
para que
sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el
error:
haz que quien
se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu
Espíritu y conságranos a todos con su unción
para que el
Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor
y tu Iglesia
pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres
proclamar la
libertad a los prisioneros y oprimidos
y restituir la
vista a los ciegos.
Te lo pedimos
por intercesión de María, Madre de la Misericordia,
a ti que vives
y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.
Canto: Misionero del CD CONAMI 2005
Reflexión de inicio:
ANIMADOR: Papa Francisco para el Jubileo
de la Misericordia dice: Será un Jubileo
extraordinario que tenga en el centro la misericordia de Dios. Será un Año Santo de la Misericordia. Lo queremos vivir a la luz de la Palabra del
Señor: «Sed misericordiosos como el Padre» (cf. Lc 6, 36). Esto especialmente para los confesores: ¡mucha
misericordia! Estoy convencido de que toda la Iglesia, que tiene una gran
necesidad de recibir misericordia, porque somos pecadores, podrá encontrar en
este Jubileo la alegría para redescubrir y hacer fecunda la misericordia de
Dios, con la cual todos estamos llamados a dar consuelo a cada hombre y a cada
mujer de nuestro tiempo. No olvidemos
que Dios perdona todo, y Dios perdona siempre. No nos cansemos de pedir perdón. Encomendemos desde ahora este Año a la Madre
de la misericordia, para que dirija su mirada sobre nosotros y vele sobre
nuestro camino: nuestro camino penitencial, nuestro camino con el corazón
abierto, durante un año, para recibir la indulgencia de Dios, para recibir la
misericordia de Dios.
Nuestra Patria
ha dado al mundo muchos cristianos ejemplares de los cuales no podemos dudar ni
por un instante que gozan plenamente de la presencia de Dios en el Cielo:
madres y padres de familia, jóvenes extraordinarios, multitud de niños
inocentes, obreros y ejecutivos, pobres y ricos, religiosos y religiosas,
sacerdotes y Obispos... Hemos conocido seguramente muchas personas de las
cuales se dice "es un Santo".
-Preguntar en
forma de “Lluvia de ideas” acerca de ¿Quién es Juan Diego? ¿Cuándo fue
canonizado? ¿Quién lo canonizó?
Hecho de vida:
“Ser como Juan Diego discípulo y misionero en nuestra comunidad”
Hace casi 500
años el santo vidente de Guadalupe fue llamado a cumplir una misión que, como
nos narra el Nican Mopohua, fue nada fácil para quien se consideró
a sí mismo hombre del campo, mecapal, parihuela, cola, ala..., pero que
a los ojos de Dios y de su Santísima Madre, tuvo el dignísimo honor de ser
llamado como el más pequeño de sus hijos.
Juan
Ciego Evangelizador. El
hecho Guadalupano vino a convertirse en el puente de enlace, que con un eje
religioso, dio unión e identidad nueva a la raza mestiza en
formación. Juan Diego brilla
entonces como uno de los protagonistas: por un lado es indígena con tradiciones
que venían desde tiempos remotos y por otro lado entra en contacto con un mundo
nuevo y aprende a dialogar por la fe con los símbolos españoles, Jesucristo y
María, relacionándolos en una experiencia maravillosa que deja ver la fuerza de
la Gracia en el escogido.
La historia de las apariciones, relatada en el "Nican Mopohua" por el docto indio Antonio Valeriano es un testimonio vivo de la eficacia de la Virgen María como Maestra de un laico indio y evangelizador. En este relato de alta escuela, aparecen íntimamente relacionados los protagonistas: la Virgen María, Juan Diego, Zumárraga y Juan Bernardino.
Juan Diego, hombre contemplativo.
Juan Diego, un hombre de oración. En el Antiguo Testamento los asuntos de Dios son tratados con temor. Recordemos cómo Moisés tiene miedo de morir ante la Zarza Ardiente cuando Dios le habla y cae rostro en tierra. Pero no sucede así como Juan Diego, hombre familiarizado con las cosas divinas tanto al estilo indígena, como con la predicación de los frailes franciscanos. Cuando oye los cantos celestiales y la dulce voz que le llama, en nada se turba ni se asusta; al contrario, se llena de alegría y confianza. Hay que ver la manera como le responde a la Virgen: "Mi Señora, Reina, Muchachita mía…"
Ante la celestial "Muchachita", Juan Diego manifiesta su fe en la figura sacerdotal cuando llama a los frailes "imágenes de Nuestro Señor", es decir representación verdadera de Ometéotl, Dios que une los opuestos.
El mensaje de la Virgen María es de tal naturalidad y sencillez, que dejaba tranquilos tanto a los suspicaces españoles que temían los restos de la idolatría, como a los indios que se sentían traicionados por sus dioses, Juan Diego se abre al Evangelio y por la catequesis de María, su cultura, su religiosidad natural, quedan transformadas y completadas.
La historia de las apariciones, relatada en el "Nican Mopohua" por el docto indio Antonio Valeriano es un testimonio vivo de la eficacia de la Virgen María como Maestra de un laico indio y evangelizador. En este relato de alta escuela, aparecen íntimamente relacionados los protagonistas: la Virgen María, Juan Diego, Zumárraga y Juan Bernardino.
Juan Diego, hombre contemplativo.
Juan Diego, un hombre de oración. En el Antiguo Testamento los asuntos de Dios son tratados con temor. Recordemos cómo Moisés tiene miedo de morir ante la Zarza Ardiente cuando Dios le habla y cae rostro en tierra. Pero no sucede así como Juan Diego, hombre familiarizado con las cosas divinas tanto al estilo indígena, como con la predicación de los frailes franciscanos. Cuando oye los cantos celestiales y la dulce voz que le llama, en nada se turba ni se asusta; al contrario, se llena de alegría y confianza. Hay que ver la manera como le responde a la Virgen: "Mi Señora, Reina, Muchachita mía…"
Ante la celestial "Muchachita", Juan Diego manifiesta su fe en la figura sacerdotal cuando llama a los frailes "imágenes de Nuestro Señor", es decir representación verdadera de Ometéotl, Dios que une los opuestos.
El mensaje de la Virgen María es de tal naturalidad y sencillez, que dejaba tranquilos tanto a los suspicaces españoles que temían los restos de la idolatría, como a los indios que se sentían traicionados por sus dioses, Juan Diego se abre al Evangelio y por la catequesis de María, su cultura, su religiosidad natural, quedan transformadas y completadas.
Juan Diego es
el gran invitado a colaborar en esta misión tan importante, pero en una forma armónica:
tiene que someter al Obispo su aprobación y ya sabemos las dificultades que el
indio tuvo para hacerse oír y comprender. La tarea de ser recibido por la
máxima autoridad religiosa no era cosa sencilla, sobre todo siendo indio, pero
por su insistencia paciente, logra su cometido y expone ante Zumárraga todo
cuanto vió y oyó con tanta sencillez como precisión.
En México la Evangelización tenía que ser obra de la Iglesia que trasciende razas y culturas, obra conjunta de españoles y mexicanos: Zumárraga enviado por la Reina Isabel la Católica y Juan Diego enviado por la Reina del Cielo.
La primacía de la Caridad. Un personaje aparece en la historia que va a hacer resaltar las virtudes de Juan Diego: el tío Juan Bernardino que yace gravemente enfermo y que pide a su sobrino poder contar antes de morir con los auxilios sacerdotales de la Confesión, el Sagrado Viático y la Unción de los Enfermos.
Como indio cumplidor de sus deberes familiares, Juan Diego tiene la obligación de auxiliar a su tío, pero para no ofender a la perfecta y siempre Virgen Santa María con una negativa abierta, decide tomar otro camino que el acostumbrado: da prioridad a un deber de caridad por encima del privilegio de encontrarse otra vez con la Madre de Dios. Sabemos que la Virgen le sale al paso y lo trata con una delicadeza exquisita sin mencionar siquiera el rodeo que la dejaría plantada. Más bien, llena de comprensión y misericordia, le allana el camino para que Juan Diego le participe sus angustias. El buen indio le explica la causa del rodeo llamándola cariñosamente "Mi hija chiquita, mi Niña del cielo".
En México la Evangelización tenía que ser obra de la Iglesia que trasciende razas y culturas, obra conjunta de españoles y mexicanos: Zumárraga enviado por la Reina Isabel la Católica y Juan Diego enviado por la Reina del Cielo.
La primacía de la Caridad. Un personaje aparece en la historia que va a hacer resaltar las virtudes de Juan Diego: el tío Juan Bernardino que yace gravemente enfermo y que pide a su sobrino poder contar antes de morir con los auxilios sacerdotales de la Confesión, el Sagrado Viático y la Unción de los Enfermos.
Como indio cumplidor de sus deberes familiares, Juan Diego tiene la obligación de auxiliar a su tío, pero para no ofender a la perfecta y siempre Virgen Santa María con una negativa abierta, decide tomar otro camino que el acostumbrado: da prioridad a un deber de caridad por encima del privilegio de encontrarse otra vez con la Madre de Dios. Sabemos que la Virgen le sale al paso y lo trata con una delicadeza exquisita sin mencionar siquiera el rodeo que la dejaría plantada. Más bien, llena de comprensión y misericordia, le allana el camino para que Juan Diego le participe sus angustias. El buen indio le explica la causa del rodeo llamándola cariñosamente "Mi hija chiquita, mi Niña del cielo".
El modo como
la Virgen se dirige a Juan Diego equivale de hecho a una especie de canonización
adelantada ya que lo nombra como alguien de "absoluta confianza" como
su embajador. Será el eslabón privilegiado entre la Jerarquía y la cadena de
otros evangelizadores indígenas que se unirán a la tarea misionera. El humilde macehual es el embajador que
facilitará la fraternidad entre los dos pueblos que se mezclarán en un
mestizaje conformando el México actual.
Juan Diego, "buen Indio, buen
cristiano, santo varón"
Juan Diego era
tenido por el pueblo como "un indio bueno y cristiano" o como un
"varón santo". Ambos títulos eran más que suficientes para expresar la
buena fama de que gozaba. ‘A menudo lo proponían como ejemplo y la gente se le
acercaba pidiendo intercediera por ellos ante la Virgen Santísima‘. Una
personalidad como la de Juan Diego, vivida en fidelidad a la voluntad divina y
al servicio de los hermanos, se convierte para cualquier bautizado en un modelo
que llama a la conciencia y nos anima a conformar nuestro estilo de vida con el
Evangelio colaborando en la misión: Contemplación, oración, servicio, práctica
sacramental, ayuno y penitencia, son parte de la personalidad espiritual de
este indio, auténtico laico evangelizador.
"Su
confianza en Dios y en la Virgen; su caridad, su coherencia moral, su
desprendimiento y su pobreza evangélica"(*), han de ser virtudes que
caractericen siempre a un discípulo y misionero, como Juan Diego lo fue hasta
el día de su muerte terrenal, el 30 de mayo de 1548. No en vano entre sus
contemporáneos se acostumbró a decir a sus hijos: "Que Dios os haga como
Juan Diego", es decir, Santos, como se le ha reconocido con su canonización
el 31 de julio del 2002por el Santo Papa Juan Pablo II.
Sea pues para
nosotros San Juan Diego, ejemplo, estímulo e intercesor, para que también
podamos ser hombres y mujeres de fe, fervorosos discípulos y misioneros,
mensajeros de la Buena Nueva.
REFLEXION: (Dependiendo
del número de asistentes se pueden formar equipos de reflexión).
Se pueden
repartir tiras de papel con las citas bíblicas para reflexionar acerca de ellas
y enlazar el tema de “Ser como Juan Diego discípulo y misionero en nuestra comunidad” en relación con la apertura
del Año Santo de la Misericordia.
Comentarios
acerca de las Citas Biblicas:
Deuteronomio 9 Reconoce, pues, que Yavé, tu Dios, es? él? Dios. Es
el Dios fiel, que guarda su Alianza y su misericordia hasta mil generaciones a
los que lo aman y cumplen sus mandamientos.
1 Crónicas 34 Alaben al Señor porque es
bueno. Porque es eterna su misericordia.
Mateo 5,7 Felices los compasivos,
porque obtendrán misericordia.
1 Pedro 3 Bendito sea Dios,
Padre de Cristo Jesús, nuestro Señor, por su gran misericordia. Al resucitar a
Cristo Jesús de entre los muertos, nos dio una vida nueva y una esperanza viva.
2 Juan 3 Reciban gracia,
misericordia y paz de parte de Dios Padre y de su Hijo Cristo Jesús, en la
verdad y el amor.
Judas 2 Abunde entre ustedes la misericordia, la paz y el amor.
Judas 21 y manténganse en el amor de
Dios, aguardando la misericordia de Jesucristo nuestro Señor, que los llevará a
la vida eterna.
Santiago 13 Habrá juicio sin
misericordia para quien no ha sido misericordioso, mientras que la misericordia
no tiene miedo al juicio.
Hebreos 16 Por lo tanto, acerquémonos
con plena confianza a la sede de la gracia, a fin de obtener misericordia y
hallar la gracia del auxilio oportuno.
Romanos 8 El que tiene el don de
exhortación, que exhorte. El que comparte sus bienes, que dé con sencillez. El
que preside la comunidad, que lo haga con solicitud. El que practica
misericordia, que lo haga con alegría.
Romanos 16 En consecuencia, todo
depende no del querer o del esfuerzo del hombre, sino de la misericordia de
Dios.
Romanos 23 Y si él quiso manifestar la
riqueza de su gloria en los que recibieron su misericordia, en los que él
predestinó para la gloria,
Efesios 4 Pero Dios, que es rico en
misericordia, por el gran amor con que nos amó,
Lucas 50 Su misericordia se extiende de generación en
generación sobre aquellos que lo temen.
Lucas 72 Así tuvo misericordia de nuestros
padres y se acordó de su santa Alianza,
PLENARIA Y COMPROMISO :
Comenta,
brevemente, desde tu comunidad las formas y modos como se pudiera actualizar el
imperativo del Señor: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda
la creación”.
¿Qué actitudes
debemos modificar de raíz, para ser mejores enviados, a hacer discípulos de
Jesús a todas las gentes?
¿Qué maneras
de pensar, de organizarnos y trabajar debemos cambiar para cumplir
adecuadamente este encargo del Señor?
¿En qué nos
anima la presencia permanente del Señor? ¿A qué nos compromete?
ORACION:
Oración
a San Juan Diego
Gracias por el mensaje evangelizador que con humildad nos has entregado.
Tus nos recuerdas que la V. Santísima de Guadalupe es la Madre del
Verdadero Dios por quien se vive y es la portadora de Jesucristo que nos da el
Espíritu Santo, que vivifica a la Iglesia.
Tú nos recuerdas que Santa María de Guadalupe es también nuestra Madre
amorosa y compasiva.
Gracias al obediente cumplimiento de tu misión, sabemos que Santa
María de Guadalupe nos ha colocado en su corazón.
Gracias Juan Diego por este mensaje que nos fortifica en la Paz, en la
Unidad y en el Amor de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Despedida: Invitarlos para el próximo mes de enero
reflexionaremos acerca de: “Puedo manifestarme en mi comunidad como discípulo
misionero de Cristo”
*Fuente: Nican
Mopohua
[1] Discurso
inaugural de la V Conferencia Episcopal de América Latina y el Caribe en
Aparecida, Brasil, mayo 13 de 2007.
[2] Juan Pablo
II, Homilía de Beatificación, mayo 6 de 1990.
Folleto EVC
No. 415
JUAN DIEGO
CUAUHTLATOATZIN
R.P. Pedro
Herrasti, S.M.
http://www.vicariadepastoral.org.mx/juan_diego/j_d_c_3.htm
No hay comentarios:
Publicar un comentario